miércoles, 13 de diciembre de 2006

Mito educación ( segunda parte)

Puede que a muchos parezca arriesgado el que alguien la emprenda contra un aspecto de la revolución cubana que ha recibido loas desde casi todas las latitudes, como es el tema de la educación. Pero no hay que temer ningún descalabro, me acompaña el conocimiento íntimo, de primera mano, del asunto.
Como en muchos otros aspectos de la realidad cubana, con la educación se produjo un gradual proceso de involución cualitativa, que la ha llevado en estos momentos a un nivel de deterioro que pocos pueden columbrar en el exterior, pero que resulta evidente para los isleños actuales. Y no se puede explicar por la crisis económica que vive el país, más bien es el resultado de una política caprichosa que no acepta las realidades. Mientras el discurso oficial asegura que hoy los alumnos aprenden tres veces más (algo que ya resulta ridículo y ofensivo, el intentar otorgar dimensiones numéricas simples a fenómenos tan subjetivos como la apropiación del conocimiento), la triste realidad es que los graduados de nivel medio actuales arrastran un lastimoso fardo de desconocimientos, provocado en gran medida por el incumplimiento de los programas de estudio. Tan sencillo como que se dejan de recibir clases y nunca se recuperan. O resultado de la genial idea de eliminar las evaluaciones escritas, método con el cual puede o no estarse de acuerdo, pero que todos debemos reconocer que proveía un rasero uniforme para medir los conocimientos de todos los alumnos. Ahora sustituído por la "progresista" idea de la evaluación contínua del profesor, que representa la victoria de la anarquía y el subjetivismo. Ya nadie podrá saber jamás si el niño que obtuvo 80 ptos con el profesor X verdaderamente está más preparado que el que obtuvo 60 con el profesor Y, o si sencillamente el profesor X es más benevolente que el Y. No puede dejar de mencionarse en este entorno, la fuga masiva de profesionales de la educación hacia otras actividades más lucrativas(1), con la consiguiente "solución" de utilizar jóvenes estudiantes sin preparación pedagógica para impartir clases. O la otra, muy genial, de "fundir" especialidades, en virtud de la cual se puede pedir a un profesor de Español que imparta a la vez Física y Matemática, sin que importe o se considere la preparación que posee para hacerlo. Si Ud pregunta a un profesor, como yo lo he hecho, qué piensa de estas realidades, seguramente, en privado, le dirá que son locuras, si no emplea otro término más fuerte; pero no hay forma de cambiar nada sin arremeter contra el sistema, cosa que la mayoría se abstiene de hacer. (continuará...)
(1) No me pude sustraer a la tentación de mencionar aquí que mientras Castro, en su famoso alegato "La Historia me absolverá"(http://www.granma.cubaweb.cu/marti-moncada/jm01.html), clamaba por salarios "decentes" de 200 pesos al mes para los profesores cubanos ( y hay que tener en cuenta que eran pesos equivalentes a dólares de 1953, que ajustados por inflación representarían alrededor de 2190 dólares actuales, según el índice de precios al consumidor, ver http://www.measuringworth.com/uscompare/), hoy el salario medio de un profesor de nivel medio en Cuba está en el rango de los 12!!! dólares al mes.

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