miércoles, 20 de diciembre de 2006

Mito educación (tercera parte)

Lo que más propagandiza el gobierno cubano, hasta el cansancio, es el carácter gratuito de la eduación en Cuba. Y es increíble la enorme cantidad de personas fuera y dentro de Cuba, de buena o mala fe, que se hacen eco de semejante disparate. En todo caso, por holgazanería intelectual, pues es de todo punto muy fácil demostrar la falacia detrás de la intención politiquera. Tan sólo con comprender que en economía no hay nada gratis. Sea capitalista, socialista o la ista que se le ocurra, todos los procesos o servicios tienen un costo asociado. Por supuesto, su hijo puede recibir una beca gratis en alguna universidad del mundo, pero eso no significa que los profesores dejen de ser pagados, o los libros y otros medios comprados, la energía consumida; en fin, que Ud puede que no pague nada por la beca de su hijo, pero alguien ha debido sufragar los gastos asociados. En el caso de las economías socialistas, donde el estado es el dueño de los medios de producción, es este quien enfrenta dichos gastos. Y esa sería toda la explicación si no fuera por un pequeño detalle: falta por explicar de dónde saca el estado los recursos. El caso cubano es típico y la respuesta sencilla igualmente: del bolsillo de los trabajadores. Básicamente, el mismo mecanismo capitalista de los impuestos, con una ligera diferencia: en Cuba, donde aparentemente no se utiliza o está muy limitada la mecánica impositiva, resulta que es donde mayores impuestos se aplican. En números redondos, el estado aplica un impuesto generalizado no menor del 95 % del ingreso, dejando como salario a los trabajadores el restante 5 %. De dónde salen estos números?. Es la relación que hay entre el pago por un trabajo en Cuba y el pago por un trabajo equivalente en países de similar desarrollo. Es decir, en Cuba, por término medio, un obrero cobra el 5 % del salario que devenga un colega por similar trabajo en otro país de condiciones parecidas. Es a cambio de ese descomunal mordisco que el estado provee sus raquíticos servicios a la población, entre ellos la eduación de la que hemos venido hablando.
Para que se tenga una idea de cuánto representa esa "carga impositiva" en términos económicos, se puede tomar a manera de ejemplo el caso de un profesional, que estudió "gratuitamente" en cualquiera de las universidades del país. Digamos que se graduó en 1980, y para el 2005 ha acumulado entonces 25 años de servicios. Supongamos que en un país poco desarrollado, dicho profesional puede obtener, convencionalmente, un salario equivalente a mil dólares estadounidenses mensuales. En Cuba, de acuerdo a la proporción de que hablamos, ese profesional vendría ganando unos 50 dólares mensuales ( y es bien sabido que la mayoría no llega a ese salario). Luego, la diferencia de 950 dólares x 12 meses x 25 años arroja la nada despreciable cifra de 285 mil dólares que esa persona dejó de percibir y que fueron a parar a las arcas del estado. Si Ud. quiere saber si esta cifra es suficiente para lograr un título universitario en los Estados Unidos, no ya en un país de desarrollo similar a Cuba, entre aquí: https://www.learningquestsavings.com/learningquest/know/lq_college_calc.html , aunque no sea muy preciso, le servirá de referencia para saber que estamos hablando de muchísimo dinero.
Luego, de educación y otros servicios gratuitos no me hablen, que bien pagados están.

miércoles, 13 de diciembre de 2006

Mito educación ( segunda parte)

Puede que a muchos parezca arriesgado el que alguien la emprenda contra un aspecto de la revolución cubana que ha recibido loas desde casi todas las latitudes, como es el tema de la educación. Pero no hay que temer ningún descalabro, me acompaña el conocimiento íntimo, de primera mano, del asunto.
Como en muchos otros aspectos de la realidad cubana, con la educación se produjo un gradual proceso de involución cualitativa, que la ha llevado en estos momentos a un nivel de deterioro que pocos pueden columbrar en el exterior, pero que resulta evidente para los isleños actuales. Y no se puede explicar por la crisis económica que vive el país, más bien es el resultado de una política caprichosa que no acepta las realidades. Mientras el discurso oficial asegura que hoy los alumnos aprenden tres veces más (algo que ya resulta ridículo y ofensivo, el intentar otorgar dimensiones numéricas simples a fenómenos tan subjetivos como la apropiación del conocimiento), la triste realidad es que los graduados de nivel medio actuales arrastran un lastimoso fardo de desconocimientos, provocado en gran medida por el incumplimiento de los programas de estudio. Tan sencillo como que se dejan de recibir clases y nunca se recuperan. O resultado de la genial idea de eliminar las evaluaciones escritas, método con el cual puede o no estarse de acuerdo, pero que todos debemos reconocer que proveía un rasero uniforme para medir los conocimientos de todos los alumnos. Ahora sustituído por la "progresista" idea de la evaluación contínua del profesor, que representa la victoria de la anarquía y el subjetivismo. Ya nadie podrá saber jamás si el niño que obtuvo 80 ptos con el profesor X verdaderamente está más preparado que el que obtuvo 60 con el profesor Y, o si sencillamente el profesor X es más benevolente que el Y. No puede dejar de mencionarse en este entorno, la fuga masiva de profesionales de la educación hacia otras actividades más lucrativas(1), con la consiguiente "solución" de utilizar jóvenes estudiantes sin preparación pedagógica para impartir clases. O la otra, muy genial, de "fundir" especialidades, en virtud de la cual se puede pedir a un profesor de Español que imparta a la vez Física y Matemática, sin que importe o se considere la preparación que posee para hacerlo. Si Ud pregunta a un profesor, como yo lo he hecho, qué piensa de estas realidades, seguramente, en privado, le dirá que son locuras, si no emplea otro término más fuerte; pero no hay forma de cambiar nada sin arremeter contra el sistema, cosa que la mayoría se abstiene de hacer. (continuará...)
(1) No me pude sustraer a la tentación de mencionar aquí que mientras Castro, en su famoso alegato "La Historia me absolverá"(http://www.granma.cubaweb.cu/marti-moncada/jm01.html), clamaba por salarios "decentes" de 200 pesos al mes para los profesores cubanos ( y hay que tener en cuenta que eran pesos equivalentes a dólares de 1953, que ajustados por inflación representarían alrededor de 2190 dólares actuales, según el índice de precios al consumidor, ver http://www.measuringworth.com/uscompare/), hoy el salario medio de un profesor de nivel medio en Cuba está en el rango de los 12!!! dólares al mes.